En la empresa familiar debe prestarse especial atención a los procesos de comunicación, ya que es frecuente la carencia en el establecimiento de canales óptimos de comunicación empresa – familia. Los procesos de comunicación y la adecuada comunicación es un arma muy poderosa e imprescindible a la hora de resolver cualquier conflicto.
Uno de los factores más importantes es la diferente perspectiva desde la cual tanto los miembros de la familia como el resto de grupos interesados ven la empresa y sus necesidades, por ello cada persona puede percibir la realidad y los hechos de forma diferente.
En la empresa familiar la convivencia de los tres sistemas: propiedad, empresa y familia configura una multiplicidad de roles2 que lleva implícita la existencia de objetivos e intereses diferentes y, en muchas ocasiones, contrapuestos, que pueden conducir a conflictos, rivalidades y tensiones familiares que afectan a la empresa familiar y que pueden causar su desaparición.
Un conflicto bien gestionado puede tener una función dinamizadora entre la familia y la empresa, ya que fomenta la creatividad, el compromiso, la cohesión del grupo ante los retos. Además permite la comunicación abierta y la atención a todos los intereses

